Cuando mi hermana y yo éramos niñas las cosas eran muy diferentes. Por ejemplo, mi mamá nos decía que no (1) [habláramos] (hablar) con extraños cuando veníamos de la escuela. También nos pedía que no (2) [corriéramos] (correr) dentro de la casa, que no (3) [contestáramos] (contestar) el teléfono a menos que ella estuviera presente y que le (4) [ayudáramos] (ayudar) con los quehaceres. Mi papá no nos permitía jugar hasta que (5) [termináramos] (terminar) las tareas. Antes de que nos (6) [fuéramos] (ir) a dormir, nos exigían que nos (7) [laváramos] (lavar) los dientes. Los fines de semana eran diferentes. Nuestros papás le pedían a una prima que (8) [viniera] (venir) a cuidarnos mientras ellos salían a bailar. Aunque nos divertíamos mucho, nuestros papás nos hacían mucha falta y le pedíamos a nuestra prima que los (9) [llamáramos] (llamar). Ellos regresaban de inmediato. Mi hermana y yo les pedíamos que (10) [se quedaran] (quedarse) con nosotras en nuestro cuarto hasta que nos dormíamos.